Durante varios años que he tenido la bendición de detenerme a escuchar lo que los animales y plantas tienen que decir, me he dado cuenta que son muy sabios y deseo compartir algunas experiencias con ustedes. A veces la gente me cree loca por pasar mas tiempo con animales que con gente, pero si he de ser sincera, los animales a veces son mejores seres que los humanos, por lo menos no mienten y son agradecidos y aman incondicionalmente.

Primero quisiera comenzar por supuesto a hablar de mis perras. La adoración de mi vida. Tengo 3 bellas perras, 2 de ellas son perritas salchichas, son Chiki y Gaia y Linda es una bella perrita criolla mezcla de labrador con cocker o algo parecido.



Desde niña, he sentido una fuerte conexión con animales, sobre todo con perros. Tal vez en otra ocasión cuente mis experiencias de la infancia, hoy me enfocare en las grandes puertas de comunicación que se abrieron en mi alma desde que conoci a mi Chiki.



Estaba atravesando un periodo en mi vida un tanto complicado, en un buen día lleve a Jati, un bello y hermoso cuyo que tenía al veterinario, había estado enfermo y yo no sabía como ayudarlo. El veterinario y yo ya eramos buenos amigos. Teníamos buena comunicación y un interés mutuo por las terapias alternativas con animales, asì que esa tarde el me platicó que estaba triste porque ya tenía algunos meses con una perrita en la pensión, porque su familia la abandonó y había sufrido de maltrato, el me platicó de su consternación de que la perrita se muriera de tristeza, cuando la vi, puedo decir, que en el momeno que los ojitos hermosos de avellana de chiki y los mios se cruzaron, supe que ella era mia y yo de ella, me la lleve a casa. Y aprendí a amar de una manera diferente, ella se convirtió muy rápido en mi mejor amiga, mi compañera, mi todo, ibamos a todos lados juntas, incluso la llevaba a mi trabajo diario. Ella super bien portada y con las complicaciones que ha tenido a lo largo de los años, me ha enseñado que el amor es capaz de mover montañas. Ella ha sufrido de una paràlisis parcial ya 2 veces, debido a una lesiòn genètica en su columna, la última vez que se enfermó, yo estaba inconsolable, porque los doctores no me daban muy buenas noticias y me decian que en algún momento no muy lejano, debía hacerme a la idea de que pronto partiría. Una noche, que yo estaba llorando y la tenía abrazada, me quedé dormida y soñe que ella me dijo, - "Estoy luchando, déjame luchar, cuando ya no puedo, te lo dire, soy feliz."  Cuando abrí mis ojos, Chiki estaba mirandome. En ese momento en mi corazón supe que debía hacer todo para ayudarla y con rehabilitación, masajes, medicinas y amor, ella sigue caminando y es la perrita mas guerrera y valiente que he conocido.



Gaia por su lado, es la perrita mas alegra y divertida que he conocido, ella me ha enseñado a no temer, ella no le tiene miedo a nada ni a nadie, es aventurera, divertida y muy, pero muy leal. Es una perra encantadora, llena de sorpresas, cuando estoy ocupada y ella quiere mi atención, simplemente me toca con su patita y me hace ruidos, como diciendo, "¡Hey ma! Hazme caso". Ella me ha enseñado que cuando uno es alegre, la vida es mas sencilla, ella se divierte con botellas de agua, se come las salas, los juguetes, las cobijas... Ja ja ja. Simplemente es un encanto, una perra que amo con todo mi corazón.



Linda, es una perra que me ha enseñado el significado de ser agradecida, ella es la historia de una perrita de la calle, de esas historias de terror, de muchos perros que desgraciadamente, pasan desapercibidos. Para la fortuna mía, Linda tuvo un destino distinto. La primera vez que la vi, cuando cruzamos miradas, yo sentí que ella me pidió ayuda. Y claro, la ayudé. Ella tenía una fea herida en el cuello, tenía hasta gusanos, estaba muy mal, a lleve al veterinario, la curaron, estuvo 2 semanas internada, cuando salió me la lleve a mi casa y aunque a Gaia le costó un poco de trabajo aceptarla, ahora son muy buenas amigas y compañeras de juego.



Linda me ha enseñado que cuando eres dulce y agradecida, la vida te da bendiciones y recompensas.



Lo que quiero decir es que hay que aprender a mirar a nuestros animales.
Empecemos por algo sencillo, estoy segura que tu te sientes identificado con "Es que miro a mi perro y se que es lo que quiere, solo le falta hablar". Bueno, es porque ya tienes una conexión con ese animal, pero debes tener en cuanta que esta habilidad se puede lograr con animales tuyos o no.



Los animales se comunican a través de imágenes mentales y de sensaciones. No temas un día, preguntarle a tu perro, "¿Como estas?", lo primero que te llegue a tu mente, es la respuesta que el te manda.



Ahora que trabajo con animales y me dedico a pasear perros, puedo decir que mi perspectiva de la vida es completamente diferente ahora.

Tengo la bendicion de tener a unos perros encantadores a los cuales pasear y amar. Lucas es mi preferido, es un Golden Retriver, el vive con Robin, que es un bello Snawzwer. Siempre salimos los 3 juntos.



Lucas es un perro encantador, el me ha enseñado que la paciencia, la tolerancia y el respeto son cosas muy importantes para la sana convivencia. Es un perro amoroso, pero se vale siempre del respeto, se muere de emoción cuando me ve. Está siempre listo para compartir una hermosa caminata. Pero nunca se acerca mucho a mi, a menos que yo se lo solicite. Pero cuando nos miramos, nos entendemos mutuamente, incluso el me ha externado su agrado a mi escencia, a mi ser. El me ha dicho que le gusta estar conmigo y yo soy la mas feliz de poder pasearlo. Robin, es un perro divino, muy guapo y muy activo, le gustan las flores, las plantas y los árboles. Siempre cuando caminabamos, se me jalaba a olfatear unas florecitas en especial y yo siempre lo jalaba, incluso una vez le grité porque casi me tira para acercarse a las flores, así que un buen día le pregunté porque se detenía siempre en ese lugar, y lo que me llegó a mi ser, fue una sensaciónd e biestar y un delicioso aroma, entonces decidí acercarme a las florecitas y cual fue mi sorpresa, efectivamente, tienen un aroma delicioso.

Vaya, nunca me había siquiera detenido a verlas con atención. Desde ese día, lo primero que hago al llegar al parque donde corremos, es llevarlo a ver las flores, lo dejo olerlas, lo dejo disfrutarlas y después de eso, nos vamos caminando y jamás se me ha vuelto a jalonear en ese lugar.



Me siento muy feliz y bendecida por dios. No tengas miedo de hablar con tus o con los animales. Te aseguro puedes tener una vida hermosa, llena de sorpresas y amor.



Yo he aprendido de Lucas y de Robin; así como de todos los bellos seres animales que se han cruzado en mi camino, que las cosas sencillas y simples, son las que hacen la diferencia. Ellos disfrutan de mirar las flores que tu no ves, porque siempre tienes prisa para llegar  a la oficina, se detienen a olfatear los bellos aromas que la naturaleza nos regala, mientras nosotros estamos ocupados haciendo todo, menos dándonos la oportunidad de estar con nosotros mismos y de conectarnos con la energía de la madre tierra.

Espero que hoy, después de leer esta nota, llegues a casa después de un día pesado y saques a tu perro, le preguntes que le gusta y juntos disfruten de un bello atardecer.